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KONOSUKE MATSUSHITA:
Confiar en uno mismo.


08/05/04

La biografía de Konosuke Matsushita (1894-1989), fundador de Matsushita Electric, ha seguido estimulando la imaginación de los japoneses emprendedores y mereciendo el respeto de la mayoría sus compatriotas, incluso durante la recesión económica y los despidos que padeció el país durante los últimos años. ¿Por qué las historias sobre Matsushita son tan sumamente consideradas y populares todavía hoy en Japón?


La edad temprana y los inicios empresariales

Hijo de un propietario agrario, Konosuke Matsushita nació en 1894 en el pueblo de Wasa, en la prefectura de Wakayama, Japón. Las desafortunadas inversiones de su padre en la especulación del arroz arruinaron las finanzas familiares, y Matsushita fue enviado a Osaka a trabajar.

En 1910, a la edad de 16 años, Matsushita fue contratado como asistente de cableado en la Osaka Electric Light Company. Matsushita quiso comercializar un nuevo enchufe para lámparas que había inventado, de modo que en 1917, a los 23 años, fundó Matsushita Electric Appliance Factory. Tenía 3 empleados, el equivalente a unos 50 dólares y un prototipo para una nueva clase de enchufe eléctrico.

El éxito de la compañía, sin embargo, fue construido sobre la fabricación y distribución de una lámpara ovalada. Utilizó la demanda de las lámparas para construir una red de ventas a lo largo de todo Japón.

Con la distribución establecida a lo largo de todo el país, Matsushita utilizó la marca National en los productos Matsushita y disminuyó los precios para hacer de su lámpara un producto para todos los consumidores. También insertó publicidad en periódicos nacionales, una forma nada común de mercadeo en el Japón de los años 20.

Prácticas de gestión

En 1929, Matsushita llevó a cabo innovadoras prácticas de gestión, bajo la máxima:

"Armonía entre los beneficios y la justicia social".

En 1933 propuso sus principios-guía:

  • Servicio al cliente.
  • Equidad y honestidad.
  • Trabajo en equipo para la causa común.
  • Incansable esfuerzo para mejorar.
  • Cortesía y humildad.
  • Respeto por las leyes naturales.
  • Gratitud por los dones recibidos.

Matsushita y el período de posguerra

En la posguerra japonesa, la empresa se vio bajo las severas restricciones impuestas a las grandes compañías por los aliados. Masushita estuvo a punto de ser destituido como presidente, pero se salvó por una recogida de firmas de 15.000 de sus empleados. De 1950 a 1973, Masushita presidió en un entorno de expansión de la compañía, focalizado en sus "tres joyas": lavadoras, neveras y televisores. La compañía de Matsushita se convirtió en una de las fabricantes de electrodomésticos más grandes del mundo, bajo marcas bien conocidas como Panasonic, Technics y JVC.

La fase final y el legado

Matsushita se retiró en 1973 y se dedicó al desarrollo y la explicación de su filosofía social y comercial. Escribió 44 libros (otros dicen 46), de uno de los cuales titulado Developing a road to peace and happiness through prosperity vendió casi cuatro millones de ejemplares. Problemas crónicos de pulmón le provocaron la muerte por neumonía el 27 de abril de 1989, a la edad de 94 años. Murió con una fortuna personal valorada en 3.000 millones de dólares y dejó la compañía con una cifra de negocios de 42.000 millones de dólares.

La empresa

Asentada en el barrio de Kodama, Matsushita Electric Industrial Co. Ltd. fue fundada en el año 1917 en Osaka, Japón, por Konosuke Matsushita, quien desarrolló un enchufe de doble entrada como un producto inédito en el mercado.

Con más de 200 empresas establecidas en más de 45 países y regiones alrededor del mundo, y más de 290 mil empleados en los cinco continentes, el Grupo Matsushita Electric Industrial Co. Ltd., ha logrado una expansión que rebasa los 68 mil millones de dólares en sus ventas anuales. Los productos fabricados por el Grupo Matsushita Electric son comercializados en todo el mundo bajo las marcas: Panasonic, National, JVC y Technics.

La empresa ha difundido a nivel mundial, a través de cada uno de sus empleados, el legado de Matsushita, que desde 1929 mantuvo la compañía como un productor de artículos electrónicos de consumo y profesionales, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas y el desarrollo de la sociedad.

EL LIBRO DE KOTTER

El liderazgo de Matsushita: lecciones del empresario más destacado del siglo XX. Granica, 1998.

John P. Kotter, académico de Harvard durante más de veinticinco años, es el autor de este libro biográfico y de técnicas empresariales.

Ni la pobreza en que Matsushita vivió durante su niñez, ni la crisis de los años 30, ni el desastre económico ocasionado por la Segunda Guerra Mundial pudieron frenar los firmes deseos de este líder empresarial.

El valor de su modelo y características de su gestión

Según Kotter, el valor del modelo de Matsushita reside en que vio -mucho antes que sus contemporáneos- que las estructuras centralizadas, la multitud de niveles de la pirámide organizacional, los altos costes derivados de ellos y las reacciones lentas debían desterrarse de las organizaciones.

Su filosofía, en cambio, pregonaba el rechazo de la comodidad, abogaba por correr riesgos, reflexionar humildemente sobre las experiencias, observar las cosas con una mente abierta, escuchar atentamente y apoyarse en la sabiduría colectiva.

En la gestión empresarial como tal, colocó en el centro al cliente, primó la productividad y fue estricto con los costes de producción. Encontró en el marketing una herramienta fundamental de comunicación y de atracción para el producto, una cuestión que, en las décadas de los 50 y los 60, resultaba casi disparatada.

Características del libro de Kotter

La particularidad de esta obra reside en la forma en que el autor asocia los factores emocionales y personales de la vida de Matsushita con cada uno de sus éxitos empresariales; en un camino que va desde sus humildes comienzos trabajando en una tienda de bicicletas a los nueve años para ayudar a su familia -la misma que le enseñó a rechazar el statu quo y a desear algo mejor- hasta los últimos años de su vida, siempre predicando su filosofía y haciendo de la filantropía una forma de vida.

Las penurias a veces crean una feroz necesidad de conquistar el medio ambiente, una personalidad adicta al trabajo, un sistema de valores que justifica los fines por encima de los medios, y un empuje insaciable hacia el dinero y el poder, así resume Kotter las variables clave que formaron el espíritu del ejecutivo japonés.

Matsushita se enfrentó a un riguroso aprendizaje que, a la edad de nueve años, le exigía dieciséis horas diarias de trabajo; se enfrentó a los problemas que surgen cuando se comienza a hacer negocios sin tener dinero ni contactos, a la Gran Depresión, al desastre de la Segunda Guerra Mundial, .... Pero, en vez de dejarse subyugar por el infortunio, Matsushita llegó a convertirse en un empresario y dirigente de hombres de negocios exitoso, fundador de la empresa más grande de Japón a partir de un modesto establecimiento alquilado.

Sus logros como gestor, autor, educador, filántropo e innovador en el campo de la dirección de empresas son asombrosos y superan incluso a los de Soichiro Honda, J. C. Penny, Sam Walton o Henry Ford.

Inventó prácticas de gestión que hoy se aplican y se estudian en las escuelas de negocios de todo el mundo. Contribuyó al llamado milagro económico de su país después de la Segunda Guerra Mundial. En su madurez escribió una docena de libros, fundó una escuela de posgrado para directivos, creó la versión japonesa del Premio Nobel y donó centenares de millones de dólares a causas nobles.

La influencia de Matsushita

Matsushita es considerado como la personificación de la buena administración en Japón y en otras partes del mundo. Su filosofía de los negocios, idealista y efectiva, se inspiró en un sentido ferviente de la misión de contribuir al bienestar de la humanidad ofreciendo productos y servicios a precios moderados y en cantidades suficientes para conseguir la paz, la felicidad y la prosperidad para todos. Es una filosofía que se centra en las personas y se basa en el entendimiento terrenal y realista sobre la naturaleza humana.

La persona

Fue un hombre con una enorme capacidad creativa, capacidad de decisión, flexibilidad, coraje y espíritu emprendedor. Baste una anécdota: Konosuke Matsushita estaba atravesando una de sus recurrentes convalecencias cuando la gran depresión golpeaba la economía mundial y millones de personas eran abandonadas a su suerte por las grandes corporaciones mundiales. Tras la caída de la Bolsa de Nueva York el 29 de octubre de 1929, General Motors dejó en la calle a 92.829 empleados, poco menos que la mitad de su mano de obra. General Motors fue tan sólo un caso paradigmático.

El 20 de diciembre de aquel año Toshio Iue e Itsuro Takeshisa, los dos lugartenientes de Matsushita en Matsushita Electric Industrial (MEI), fueron a visitar a su jefe a su lugar de convalecencia. Desde principios de ese mes, las ventas se habían reducido a menos de la mitad, y los almacenes estaban repletos de productos sin vender.

Muchos gerentes de la empresa estaban convencidos de que había llegado la hora de reducir a los empleados a la mitad como la única vía para salvarla de la quiebra. Como en otras tantas ocasiones, el enorme desafío que se le presentaba, en lugar de aplastar anímicamente a Matsushita, lo hizo levantarse de su postración y encontrar fuerzas en medio de la desolación.

Matsushita ordenó reducir la producción a la mitad, al igual que la jornada de trabajo. Se eliminarían los días festivos y se pediría a todos los trabajadores que pusieran todo su empeño en vender el exceso de stock. Pero ni un solo empleado sería despedido, y ni siquiera se les reduciría su salario para ajustarse a la situación de crisis.

Según John Kotter, se trataba de una política completamente sorprendente para aquellos días. La filosofía de no despedir fue adoptada por otros empresarios japoneses justo después de la Segunda Guerra Mundial. "Incluso hoy en día -dice Kotter-, a los que están acostumbrados a una especialización rígida, les puede parecer raro que se les pida a obreros de la producción que se dediquen a las ventas. Pero en MEI parece que la idea no fue vista como extraña. Desde que todo el mundo empezó a pasarse muchas horas semanales tratando de vender lo almacenado, y con la producción a sólo la mitad de su ritmo anterior, el stock excedente desapareció rápidamente. En febrero los trabajadores volvieron a sus turnos normales".

La empresa creada por Matsushita en 1917 desde sus orígenes implementó estrategias poco convencionales. Dice Kotter que "No había ninguna otra empresa en Japón con una orientación más claramente dirigida hacia el cliente, que tuviera los costos tan bajos, mejores relaciones laborales o un marketing tan audaz. Los rivales no eran débiles ... Pero ninguno de los integrantes de la competencia de Matsushita estaba tan predispuesto a correr riesgos calculados, a experimentar, a pasar de un salto a la producción masiva para rebajar costes, a extender el mercado, y a aprender de todas estas experiencias".

La actuación de MEI durante la gran depresión fue totalmente inusual. En 1929, según Kotter, "MEI mantuvo en 477 la cantidad de mano de obra empleada. La producción alcanzaba 200.000 yenes por mes y la empresa tenía 140 patentes. Dos años más tarde, pese a lo descorazonador de la economía, esta organización plena de energía generó más patentes, desarrolló más productos y le quitó a la competencia cuota de mercado. El resultado fue que la mano de obra empleada llegó a casi el doble, pues creció hasta alcanzar la cifra de 886". Kotter concluye que la experiencia de Matsushita Electric puede resultar aleccionadora para el liderazgo de principios de este siglo, donde las situaciones son tan desafiantes como lo fueron para el empresario japonés, y donde la economía es tan competitiva como lo fue para la naciente MEI.

"Es cierto que la globalización de la economía ofrece más oportunidades, pero los peligros son enormes. Como la competitividad aumenta en casi todas las industrias, la manera fundamental de enfocar los negocios que fue usada por tantas grandes empresas durante los buenos años, ya no funciona tan bien", dice Kotter. Y finaliza: "Los ganadores de hoy no se parecen a U.S. Steel, Ford o Chase Manhattan de 1960. Cada vez más se parecen a MEI de la década de 1930".

Libros:

Claves de un buen gerente. Konosuke Matsushita

His Life & His Legacy. K. Matsushita.

Developing a road to peace and happiness through prosperity. K. Matsushita

El liderazgo de Matsushita. Lecciones del empresario más destacado del siglo XX. John P. Kotter




Yasuo Hariki, un analista japonés de direccción de empresas, señaló: "Los ejecutivos y los empleados de los grupos económicos culpan unánimemente de la recesión al gobierno, utilizando esto como una excusa para ganar su comprensión, y tratar de obtener de él nuevos proyectos".

"Si Matsushita viviera aún, podría haber dicho, ... yo no acuso a otros, recupérense ustedes mismos".

Matsushita lo hizo por sí mismo. Provenía de la parte occidental de Japón, lo que le distinguía de la gente del este, que tienden a confiar más en los demás.

Ejecutivos y empleados deben aprender cómo sobrevivir por ellos mismos.

El principio de supervivencia de Matsushita nos ayuda a entender la importancia de la confianza en uno mismo.



La juventud está en el corazón, y será siempre joven quien descubra algo nuevo en su actividad cotidiana, rebosando convicción, esperanza y valentía.

Konosuke Matsushita



Konosuke Matsushita
matsushita.co.jp


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